Mi objetivo principal es que resulte en una crítica constructiva, pero no puedo dejar de citar acontecimientos que, de alguna forma, también me llevan a escribirla. Soy el mismo que ha escrito y publicado la mayor parte de artículos de este blog, licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos y antiguo representante de alumnos en la Junta de Facultad de Comunicación.
Tuve la tentación de escribir sobre los plagios del anterior rector, y me contuve. Ahora, a raíz de las informaciones vertidas durante el último mes con respecto al máster regalado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, del Partido Popular; no he podido resistirme. O mejor dicho, soportarlo.
A los profesores
Poco tengo que decir a los profesores que entraron después de 2013, mi último año presencial. Desconozco su situación e imagino que muchos, como tantos alumnos, no sabían dónde se estaban metiendo.
Con respecto a aquellos profesores que llevan varios años ejerciendo allí, algunos incluido el actual rector, se atreven a defender la credibilidad de la universidad. Bienvenidos al compromiso, aunque llegáis tarde. Ya sabréis, como yo, que los mejores ya no están; que los echaron por creer en una Universidad, con mayúscula, y atreverse a intentarlo. Me parece una actitud muy hipócrita por vuestra parte no defender a vuestros compañeros cuando conocieron que fueron despedidos tras ver el ingreso del finiquito en su cuenta corriente. O tantos y tantos otros con el pretexto de los recortes. O cuando Suárez profirió las amenazas de muerte a David Ríos, también compañero vuestro; única alternativa real a la política que se ha seguido desde Pedro González Trevijano; el rector que me tocó, y que ahora es juez en el Tribunal Constitucional. O cuando recibíais llamadas desde arriba para coaccionar vuestro voto. O todo el tema del voto delegado. O la destrucción de las actas de las escuelas en las elecciones al Consejo Social. Sabéis que viene de lejos, y me parece muy mal que ahora os escondáis de los medios de comunicación, digáis que tenéis miedo, o intentéis defender a la universidad como si fuese un caso aislado. La falta de control interno es una evidencia clamorosa al menos desde 2009, cuando yo pasé a formar parte de esa misma comunidad universitaria.
Hago un inciso aclaratorio. Varias fuentes me contaron que habían recibido llamadas para votar por Trevijano. Esto no lo publiqué en su día para proteger a mis fuentes y porque no querían denunciar. Pero es suficiente (al menos para mí) para constatar que la coacción y las amenazas es algo que era y es aceptado por un número indecente de profesores, por pocos que sean.
Más allá de este reproche que no podía callarme, sería injusto no destacar la valentía de profesores que se han volcado en su tarea docente e investigadora, dando lo mejor de sí mismos, pensando en lo mejor para sus alumnos, y han tenido que capear con mil y un inconvenientes para hacer su trabajo.
A este pequeño grupo, minúsculo, sólo quiero invitaros a ejercer vuestra tarea docente e investigadora en otro lugar. Yo tuve ese miedo. Repetí un curso entero por media asignatura, y pecaría de inocente si pensara que fue por razones estrictamente académicas. Conozco la presión psicológica, y las trabas, y la sobrecarga de trabajo. Sois buenos, confiad en vosotros y aprovechad vuestro potencial al máximo en otro lugar. Sois cirujanos operando en un hospital a oscuras. Huid mientras podáis a un lugar en el que podáis trabajar tranquilos, porque trabajar sin miedo no tiene precio. Entiendo que la docencia es algo maravilloso, y que os ha costado muchos años de esfuerzo y sacrificio, pero esto no es “la URJC o la nada”, hay un mundo ahí fuera que os está esperando con los brazos abiertos. En otro tiempo, diría que puede suponer un sacrificio económico para vosotros, pero me temo que con vuestra formación no os costará mucho encontrar un empleo más digno.
A los alumnos
En primer lugar, no os preocupéis por la validez o el prestigio de vuestras titulaciones. Hay miles y miles de licenciados en el paro, o trabajando en restaurantes de comida rápida, con títulos y másteres de otras universidades mucho más prestigiosas.
En segundo lugar, aprended idiomas. Los mejores de mi generación salieron fuera, algunos han vuelto y otros no. Atreveos, tenéis mucho que ganar y poco que perder.
A los estudiantes de Periodismo, estáis en el mejor sitio para ejercer vuestra futura profesión. Os lo van a poner difícil. Os van a cerrar muchas puertas, dar muchas largas y ocultar demasiada información. Pero sobre todo, vais a tener que andar mucho. Partid de la base de que estáis solos: no nos dejaron hacer una asociación de cine (a día de hoy todavía no sabemos por qué), acabaron con la asociación que fundó Radio URJC en Fuenlabrada, no conseguimos autorización ni supervisión de ningún profesor para poder utilizar los estudios de radio de Vicálvaro, y prácticamente no cogimos las cámaras en todo el curso, y nos costó horrores llenar una sección de una página escrita por un profesor... Si queréis investigar, sois periodistas de guerra encubiertos. Sed conscientes de ello en todo momento y pensad siempre en qué consecuencias puede tener cualquier cosa que publiquéis, cualquier nombre.
A la inmensa mayoría de alumnos, entiendo que el compromiso por mejorar la universidad no es obligatorio. Mi caso personal me llevó a ello. Fui a estudiar expresamente a Madrid, desde un pueblo relativamente pequeño, Periodismo... A lo mejor si hubiera sido Administración de Empresas o Medicina me hubieran interesado bastante menos la transparencia y ese tipo de cosas, pero no fue el caso.
Contactad con alumnos de otras titulaciones, asociaciones de alumnos, profesores fuera del horario lectivo, personal de administración y servicios... haced amigos, conocedlos. Conoced vuestra universidad y no perdáis el tiempo con tonterías.
Aprovechad todo este revuelo para conoceros, compartir experiencias, ideas, proyectos... A nosotros nos lo pusieron difícil, pero aún así conseguimos sacar adelante una humilde revista que a nadie le sonará, organizamos charlas, grabamos cortos... a pesar de la falta de apoyo por parte del profesorado y de las trabas de la universidad.
Curiosead las fotocopias de otras asignaturas, pasad en la biblioteca las horas lectivas de profesores inaguantables (ahora que lo pienso, con Bolonia eso ya no podéis hacerlo), consultad las revistas especializadas, preguntad e intentad participar en proyectos de investigación que estén desarrollando vuestros profesores.
Y disfrutad (espero que no sigan con las amenazas de bomba cada vez que se intenta organizar una fiesta más o menos multitudinaria). Son los mejores años de vuestra vida y al final es vuestra experiencia durante esos años lo que determinará vuestro futuro, no un papelito firmado.
No dejéis que un ambiente negativo os influya en exceso en vuestra vida personal y sentíos con la seguridad de que nada de esto es culpa vuestra. Estáis de paso, y vuestra responsabilidad principal es aprender. El resto es política. Mala política.
Suerte.